Si comienzas el día con mucha energía y enfoque, pero después de un tiempo, empiezas a sentir fatiga, una leve molestia en la espalda y notas que no estás siendo tan productivo como al principio. Ese el momento indicado para detenerte y hacer una pausa. Te invitamos a seguir leyendo para entender en totalidad ¿Qué son las pausas activas? Y cómo estas pueden ser aplicadas para mejorar tu salud y productividad.
¿Qué son las pausas activas y su importancia?
Comencemos por entender, que las pausas activas no son nada más que breves descansos que realizamos durante la actividad laboral. Es decir, es un tiempo de respiro y descanso laboral que se realiza durante nuestra jornada de trabajo. Estas pausas suelen durar entre 5 y 15 minutos y están diseñadas para reducir el estrés y la fatiga asociados con trabajos sedentarios o repetitivos.
Este descanso laboral de muy poca duración, es un período de recuperación para el cuerpo, posterior o preventivo a los estados de tensión.. Y definitivamente son las opciones más simples para mejorar la salud y eficiencia laboral.
¿Cuál es el objetivo y por qué hacer pausas activas?
Aunque no lo creas el objetivo principal de las pausas activas es reducir el riesgo de lesiones por esfuerzo repetitivo y trastornos musculoesqueléticos que son comunes en trabajos sedentarios o repetitivos. Ocurre en gran parte de los trabajos de hoy en día que adoptamos una postura por horas y horas, lo que perjudica a nuestra salud y cuerpo, aumentando así el riesgo ergonómico.
Además, las largas horas que pasamos sentados frente al computador puede tener un impacto negativo en nuestra salud tanto física como mental. Por lo que, estas pausas pasan a ser nuestro momento de desconexión y cuidado personal durante el trabajo.
Otro motivo por el cual es importante implementar estos respiros, es ya que permiten mejorar la productividad y el bienestar general de los empleados. Tal como hemos visto en notas anteriores, un empleado con un buen ambiente laboral, mobiliario ergonómico, entre otros, es un empleado productivo y eficiente.
Finalmente, este tipo de actividad reduce el estrés y la fatiga. Los trabajos sedentarios pueden estar estresados y fatigados. Tomar un breve descanso puede ayudar a reducir estos síntomas.
Cómo realizar pausas activas
Sin duda alguna, aquí viene lo mejor de todo. El realizar pausas activas en el trabajo es realmente muy sencillo. Estas consisten simplemente en levantarse de la silla y moverse, es decir cambiar la postura. Algunas sugerencias incluyen:
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Estiramientos: Realizar estiramientos suaves para las distintas partes del cuerpo y así reduce su tensión. Tales como el cuello, los hombros, la espalda y las piernas.
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Caminar: Da un paseo corto para estirar las piernas y reducir la tensión muscular.
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Hacer ejercicios de respiración: Tomar unas respiraciones profundas y lentas puede ayudar a reducir el estrés y la fatiga.
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Movimientos de ojos: Mirar a diferentes distancias durante unos segundos para reducir la fatiga ocular.
Mobiliario ergonómico
Sin duda, realizar las pausas activas mencionadas te permitirán mejorar tu calidad de vida y con ello tu rendimiento en el trabajo. Pero te recordamos que para poder rendir de la mejor manera posible, es necesario que todo tu entorno de trabajo esté en óptimas condiciones. Es por ello, que te recomendamos que puedas incluir muebles ergonómicos u otro tipo de mobiliario tal como:
Escritorio ergonómico
Sillas ergonómicas
Soporte para celulares
En resumen, las pausas activas laborales pueden tener muchos beneficios tanto para el trabajador como para la empresa. Al incorporar estas pausas en tu jornada laboral, podrás mejorar tu salud física y mental, reducir el riesgo de lesiones, mejorar la productividad y disminuir el estrés laboral. En definitiva, se trata de una herramienta importante para promover una vida saludable en el trabajo y fuera de él.