En la era moderna del espacio de trabajo, el dilema de trabajar de pie versus sentado sigue siendo un tema de debate. Con la creciente popularidad de los escritorios ajustables y standing desks, es vital discernir cuál es la opción más beneficiosa para nuestra salud y productividad. Por ello, en esta nota analizaremos los beneficios, desafíos, y consejos para definir la mejor manera de trabajar.
Trabajar de pie: una mirada más cercana
Es imposible negar que hoy en día la manera de trabajar está en constante evolución, adaptándose a las necesidades de salud, bienestar y productividad de los trabajadores. Uno de los cambios más notables es el auge de trabajar de pie. Atrás quedaron los días en que estar sentado frente a un escritorio durante ocho horas era la norma.
Ahora, cada vez más profesionales reconocen las ventajas de elevarse y enfrentar sus tareas desde una posición vertical, todo esto gracias a los standing desk. Pero…
¿Cuáles son realmente sus beneficios?
El simple acto de estar de pie, aunque estático, tiene diferentes ventajas tales como:
- Quema de calorías: Al estar de pie, incluso de forma estática, quemas más calorías que estando sentado.
- Fortalecimiento muscular: Trabajar de pie fortalece glúteos, lumbares y piernas. En contraste, cuando estás sentado, la parte baja de la espalda está inactiva y puede verse perjudicada.
- Productividad: Permanecer de pie promueve mayor actividad física y mental, lo que puede impulsar la motivación y la productividad.
Sin embargo, no todo es color de rosa. Uno de los principales desafíos de trabajar de pie es su posible impacto en la salud circulatoria. Las personas con problemas circulatorios o propensas a varices deben tener precaución. Además, el calzado y la distribución adecuada del peso corporal son cruciales. No prestar atención a estos aspectos puede llevar a sobrecargas y dolencias.
Por ello, si quieres comenzar a trabajar de pie y dar uso de escritorios eléctricos y ajustables, te recomendamos leer nuestra nota “¿Qué debes hacer si usas un standing desk por primera vez?”
Trabajar sentado: una tradición examinada
Por otro lado, la visión tradicional del trabajo, especialmente en oficinas, implica estar sentado. Esta postura, que ha dominado el paisaje laboral durante décadas, no es solo una cuestión de costumbre, sino que ha sido considerada por mucho tiempo como la manera más cómoda y efectiva de abordar las tareas diarias.
¿Qué beneficios tiene el trabajar sentado?
Al igual que ocurre al trabajar parado, el adoptar una postura de trabajo sentado en una silla tiene de por sí una serie de beneficios como pueden serlo:
- Menos cansancio: Adoptar una postura cómoda y confortable puede reducir el desgaste mental y físico.
- Seguridad: Estar sentado suele ser menos arriesgado, ya que se evitan situaciones de carga o alturas.
- Vestimenta: No se requiere calzado o ropa específicos, simplificando la elección de indumentaria diaria.
Pero hay desafíos inevitables. La inmovilidad prolongada es perjudicial en múltiples niveles: cardiovascular, muscular y mental. Las largas horas en una silla también pueden conducir a posturas incorrectas, lo que, sin el equipo adecuado, puede generar problemas a largo plazo.
La solución intermedia: Escritorios ajustables o standing desks
Los standing desks o escritorios ajustables, como el escritorio eléctrico, ofrecen una amalgama entre estos dos mundos. Permiten a los trabajadores alternar entre estar de pie y sentados. Así, es posible obtener múltiples beneficios de utilizar un standing desk, al lograr lo mejor de ambos escenarios, adaptando su postura según las necesidades del momento y sus preferencias.
Trabajar de pie o sentado no es una elección binaria, sino que debe adaptarse a las necesidades y comodidades de tu cuerpo. Al entender las ventajas y desafíos de cada postura, y al contar con herramientas como los escritorios ajustables, podemos crear un entorno laboral que favorezca nuestra salud y productividad.
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